Desde horas tempranas de la mañana, engalanaron los sitios de encuentro con insignias e infografías alusivas a la nación caribeña y a sus lazos de hermandad con este pueblo del África subsahariana.
Rememoraron así el aniversario 69 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en el territorio oriental de Cuba, cuando un grupo de revolucionarios, liderados por Fidel Castro, asumió la vanguardia en la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista.
Desde el punto vista militar, aquel intento del 26 de julio de 1953 resultó fallecido, sin embargo, alentó la insurgencia popular que posibilitó el triunfo de la Revolución el 1 enero de 1959, de ahí su designación en años posteriores como Día de la Rebeldía Nacional.
Antes de partir para la misión, los asaltantes sabían que el éxito acercaría el momento definitivo de la victoria emancipadora, por la cual habían muerto miles de compatriotas desde el siglo XIX, pero de ocurrir lo contrario, el gesto serviría de ejemplo al pueblo de Cuba, recordó el diplomático Yandri Peña.
La idea era “tomar la bandera y seguir adelante», puntualizó el segundo secretario de la legación, en un acto encabezado por la embajadora Esther Armenteros.
A 69 años de aquella gesta, la Revolución continúa trabajando “para hacer de nuestra Cuba un país más próspero y sostenible; para sortear los obstáculos que nos imponen las sanciones genocidas”, afirmó Peña.
Pese a las adversidades, provocadas por el bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de Estados Unidos, los cubanos, expresó, prosiguen en su empeño de construir una sociedad más justa e inclusiva.
«Nuestros 26 Julio seguirán siendo de victorias, hoy y siempre”, sintetizó el funcionario, en nombre de la misión estatal, la cual incluye a más de mil colaboradores en esferas como salud, educación y construcciones.
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