La nación petrolera del Golfo Pérsico atrae las miradas de occidente en el escenario del aumento de los precios del combustible por el conflicto en Ucrania y de sus sanciones contra Rusia, una postura de la que no escapa París, como tampoco del malestar que genera el encuentro por el caso del periodista Jamal Khashoggi, asesinado en 2018.
Macron estrechó cálidamente la mano del visitante, quien según la Presidencia anfitriona fue invitado a una cena de trabajo, con temas en agenda como la crisis energética, la situación del Oriente Medio y el programa nuclear iraní.
Si queremos enfrentar estas crisis, debemos hablar con los principales actores, esgrimió el Elíseo, en medio de críticas por la reunión con bin Salmán, vinculado por Estados Unidos con el asesinato de Khashoggi en Estambul hace cuatro años, lo cual Riad niega de manera enfática.
En diciembre pasado se produjo un encuentro entre el presidente francés y el príncipe heredero saudita en Yeda, pero en un contexto muy diferente. Bin Salmán viajó por primera vez a Europa desde que estallase la polémica en torno a la muerte violenta de Khashoggi, un crítico de la corona.
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