Tras el acto de graduación efectuado en la capitalina sala Avellaneda del Teatro Nacional, Assama declaró a Prensa Latina que la isla lo recibió con los brazos abiertos para que él pudiera cumplir el mayor de sus sueños.
Graduarme en Cuba significa salvar vidas, auxiliar a los que necesitan mejorar su salud, y confieso que tendré nostalgia de lo amistosos que son los habitantes y de su alto sentido de humanidad.
Teresa Catumbila, de Angola, expresó que todas las carreras en las universidades son importantes, pero estudiar Medicina es algo especial, porque se trata de hacer vivir a la gente.
Si una persona no tiene salud, no puede trabajar, de ahí el rol de esta profesión en la vida de los seres humanos.
Temía a los muertos, ver la sangre, pero al llegar a tercer año de Ciencias Médicas el miedo se esfumó, me crecí y fui valiente, comentó.
“Venir estudiar a Cuba fue un privilegio, estoy muy agradecida con todo, pero me voy con un legado, la medicina preventiva”, subrayó la joven doctora.
Estoy muy feliz, cuando me vaya de Cuba extrañaré a su gente, porque a pesar de sus necesidades es un pueblo feliz, que presta ayuda, muy solidario y cariñoso.
Siempre recordaré la instrucción que me dieron, me gustó mucho como enseñan aquí, la educación y la salud son unas maravillas.
En la jornada recibieron sus diplomas 822 graduados de 10 carreras de las Ciencias Médicas, 23 cubanos y 799 extranjeros procedentes de 24 países.
Con mayor representatividad está la República del Congo con 605, Angola 103, Namibia 51, Estados Unidos 10, además de jóvenes de Chad, Palestina, Italia, Brasil, Canadá, España, entre otros.
También se graduaron 67 estudiantes de la licenciatura de Tecnología de la Salud en carreras como Óptica y Optometría, Rehabilitación, Higiene y Epidemiología, Análisis Clínicos, Radiofísica Médica, Imagenología y Nutrición.
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