Tales llamados «no tienen sentido, ya que no pueden detener o influir de alguna manera en nuestros planes en el campo de la construcción de defensa en las fronteras de Lejano Oriente de nuestro país, incluido en las islas Kuriles del Sur», refirió el diplomático en entrevista con la cadena Rossiya 24.
Galuzin argumentó que las autoridades japonesas no tienen motivos para preocuparse por los simulacros armados que la nación euroasiática planea realizar en el este, porque «no están dirigidos contra un tercer país».
En ese sentido, detalló que el objetivo de las maniobras militares es desarrollar las capacidades defensivas rusas ante las condiciones de cerco militar impuestas al país por la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Al respecto, recordó que Estados Unidos, que realiza «una política hostil» hacia Rusia, tiene en Japón y en la región en general «contingentes militares muy serios».
A inicios de esta semana el Ministerio de Defensa ruso anunció los planes de llevar a cabo entre el 30 de agosto y el 5 de septiembre las maniobras estratégicas Vostok-2022 que contarán con la participación de las tropas del Distrito Militar Este.
En este contexto, Japón envió una nota verbal a Rusia donde instó a excluir la zona del archipiélago disputado de las Kuriles de las próximas maniobras militares.
Durante décadas, Tokio ha condicionado la firma del tratado de paz con Rusia, asunto pendiente desde 1945, a la recuperación de las islas Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai, ubicadas en el sur de las islas Kuriles.
Moscú, a su vez, argumenta que esos territorios fueron traspasados a la Unión Soviética por acuerdos internacionales al término de la Segunda Guerra Mundial, por tanto Rusia asumió la soberanía de dichas zonas como sucesora legal de la URSS, ante lo cual la soberanía no puede ponerse en tela de juicio.
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