Aquel viernes de 2020, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, manifestó la necesidad de continuar la labor patrimonial que desarrolló Leal, conocido como «el novio de La Habana».
«Celebremos su maravilloso paso por la vida, demasiado breve para quienes le quisimos por su obra y por sí mismo», acotó.
Hay que seguir por sobre esas huellas, la paciente e infinita labor de salvar el patrimonio de nuestra Cuba a la que tanto amó y consagró su vida, precisó el mandatario.
En una ocasión, Leal confesó que no aspiraba a nada, ni siquiera a la posteridad. «Yo solo aspiro a haber sido útil», resaltó.
El pueblo de la mayor de las Antillas rindió merecido tributo y coincidió que defender y continuar la obra de Eusebio era la mejor manera de honrorarlo.
Eusebio Leal nació en su amada ciudad de La Habana, el 11 de septiembre de 1942.
Fue Doctor en Ciencias Históricas de la Universidad de La Habana, Máster en Estudios sobre América Latina, el Caribe y Cuba, y especialista en Ciencias Arqueológicas.
Asimismo, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde el IV Congreso, realizado el año 1991, y diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
En 1967 comenzó como director del Museo de la Ciudad de La Habana, sucediendo en su cargo al Doctor Emilio Roig de Leushenring, del que fue discípulo.
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