La agencia Météo France estableció la vigilancia naranja en esos territorios, la segunda más alta, la cual insta a las autoridades y la población a tomar precauciones ante fenómenos inusuales.
Según el pronóstico, el nuevo episodio canicular comenzará este lunes por el sudeste del país, de donde pasará al suroccidente y al norte, con el pico de temperaturas previsto para el miércoles.
La fuente oficial también adelantó que la ola de calor será más corta y menos intensa que las vividas de manera precoz en junio, y a principios del pasado mes, cuando dejaron varios récords en los termómetros.
Cada canícula en Francia genera preocupación y trae a la mente la registrada en 2003, a la que se atribuyen 15 mil muertos, de ahí los llamados de las autoridades nacionales y locales a mantenerse hidratados y en lugares frescos, evitar el ejercicio físico fuerte y el alcohol y proteger a los más vulnerables.
En la presente temporada el calor representa una amenaza particular, la de atizar los incendios forestales, al combinarse con una intensa sequía y los vientos.
Desde mediados de julio, varios departamentos lidian con fuegos que devastaron ya más de 20 mil hectáreas de bosques y obligaron a evacuar a miles de personas, sobre todo en el sur del país.
jf/wmr