La jornada comenzó con cinco territorios sureños bajo vigilancia, pero a medida que avanzó, la alerta fue decretada por Météo France en otros 22 ubicados en el oriente y el centro del país.
De acuerdo con la entidad, el pico del tercer episodio canicular, después de los registrados en junio y a principios de julio, se producirá mañana, con temperaturas de hasta 40 grados centígrados en algunas localidades.
Météo France también adelantó que la ola de calor será más corta y menos intensa que las vividas en los meses previos, cuando dejaron varios récords en los termómetros.
Cada canícula en Francia genera preocupación y trae a la mente la registrada en 2003, a la que se atribuyen 15 mil muertos, de ahí los llamados de las autoridades nacionales y locales a mantenerse hidratados y en lugares frescos, evitar el ejercicio físico fuerte y el alcohol y proteger a los más vulnerables.
En la presente temporada el calor representa una amenaza particular, la de atizar los incendios forestales, al combinarse con una intensa sequía y los vientos.
Desde mediados de julio, varios departamentos lidian con fuegos que devastaron ya más de 20 mil hectáreas de bosques y obligaron a evacuar a miles de personas, sobre todo en el sur del país.
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