En un comunicado al que tuvo acceso Prensa Latina, Lazo manifestó que la organización y sus miembros actúan de manera transparente y aclaró que no existe ninguna contradicción en ser cubanoamericano y querer las mejores relaciones entre La Habana y Washington.
El senador me acusa por reunirme con el presidente de la nación caribeña, Miguel Díaz-Canel, señaló el profesor y subrayó que se entrevistará con quien tenga que hacerlo para pedir el fin de las sanciones contra el pueblo cubano.
Recordó que con ese objetivo en el pasado ya conversó con el senador Mel Martínez, con los congresistas Ileana Ros Lehtinen y Dan Burton (copatrocinador de la Ley Helms-Burton, que codifica el bloqueo a Cuba), y tuvo un pequeño diálogo con el también senador republicano Ted Cruz.
Se refirió a sus intentos por dialogar tanto con el expresidente Donald Trump (2017-2021), quien impuso más de 240 medidas contra Cuba, como con el actual gobernante, Joe Biden, quien mantiene una política similar a su predecesor, pero solo logró ver a una funcionaria del Departamento de Estado.
El profesor radicado en Seattle y veterano de la guerra en Iraq dijo que también se reuniría con Rubio para explicarle muchos de esos temas, porque él no ha estado nunca en Cuba, no conoce a la familia cubana, nunca ha paseado por las calles de La Habana, manifestó Lazo.
El legislador republicano de Florida, conocido por su postura anticubana, solicitó al FBI una pesquisa “inmediata” sobre Puentes de Amor para averiguar si actúan como agente extranjero no registrado del gobierno de la isla.
Lazo se pregunta cuál ha sido su delito “¿Llevar leche en polvo para los hospitales pediátricos? ¿Llevar jeringuillas para la vacunación contra la pandemia? ¿Llevar Custodiol para operaciones de trasplante hepático a niños cubanos que lo requieren? Esto es lo que hacemos y hacen otras muchísimas organizaciones”.
El pedido de Rubio llega después que la organización realizara este domingo en Miami y otras ciudades del país caravanas contra el bloqueo económico, comercial y financiero que desde hace más de seis décadas asfixia a las familias cubanas.
Ojalá que el FBI tome cartas en el asunto e investigue, -puntualiza el coordinador de Puentes de Amor-, porque van a salir muchas cosas, pero no precisamente del movimiento y sus miembros, sino de odiadores que constantemente intentan sabotear cualquier entendimiento entre nuestros pueblos.
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