En su conferencia de prensa matutina donde se le preguntó su opinión sobre la visita de la senadora de Estados Unidos Nancy Pelosi a Taiwán, el mandatario respondió que la posición de México es que no haya guerra, y se busquen soluciones y acuerdos mediante el diálogo.
Se debería acordar entre todos los pueblos una tregua de cuando menos cinco años para poder enfrentar las crisis que afectan a los pueblos, y se acaben las guerras, las confrontaciones y provocaciones, que las cosas queden como estaban una vez que se detengan conflictos como el de Ucrania, algo que puede hacer la ONU, señaló.
Apostemos al compromiso de lograr la seguridad mundial, no apostar a las guerras bélicas ni comerciales, porque esto afecta a todos, apuntó.
Primero fue la pandemia de Covid-19, luego la guerra ruso-ucraniana, y ahora las tensiones en Taiwán. Tenemos problemas todos, falta de crecimiento de las económicas, avances de la pobreza, inflación mundial. ¿Qué tenemos que hacer?, se preguntó.
Impulsar las actividades productivas, crear empleo, atender a los pobres, cooperar entre los pueblos y gobiernos pare el desarrollo, cero provocaciones, decir no a la guerra y hegemonías, pedir a Estados Unidos, Rusia y China que acepten esta propuesta la cual se podría plantear en la ONU.
Ningún gobierno del mundo, repitió, puede vivir y actuar de manera irresponsable, no se trata de maniqueísmo ni de buenos y malos, sino de la necesidad de los pueblos de resolver las crisis, que sus intereses prevalezcan sobre los de gobiernos y grupos.
Dijo que parece una utopía, pero es una realidad. Imagínense si hay represalias y se obstaculiza el comercio, si se desata una guerra comercial ¿cómo vamos a enfrentar eso que a todos nos perjudica?
No es cierto, aseguró, que somos independientes y que no se requiere del comercio internacional, ya es mucha la globalización económica y comercial.
Lo vemos en Europa con el conflicto ruso-ucraniano y los precios energéticos, el incremento en los fletes de transporte marítimo, la falta de insumos industriales y agrícolas, lo que está pasando con la falta de fertilizantes, alimentos y ¿quién resulta afectado?, los pueblos de todos los países.
Presidentes, jefes de Estado, legisladores, tienen protección especial, pero la gente que compra las cosas más caras, el pan, paga más por la luz, el trigo o el calentador doméstico para combatir el frío ¿cómo lo van a hacer en invierno, cuánta gente va a sufrir, cómo van a resistir?, se volvió a preguntar.
Bueno, respondió, pues que haya paz, y que podamos atender lo urgente, los grandes problemas diarios de los pueblos en el mundo.
Ya eso se está entendiendo cada vez más y no solo por políticos sino empresarios, inversionistas, que buscan países con más posibilidad de desarrollarse, donde hay mercado, recursos naturales disponibles, fuerza de trabajo, por eso México tiene una situación especial y atractivos para las inversiones.
En esa perspectiva hay que ver los derechos humanos, cómo se violan, cuánta gente pierde la vida, es desplazada, por eso la política internacional, el poder mundial, no debe ser un asunto frívolo pues tiene que ver mucho con los derechos de la persona y la vida misma de millones de seres humanos, concluyó.
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