Por fortuna las autoridades sanitarias de la mayor de las Antillas en ningún momento de la lucha contra el virus SARS-CoV-2 orientaron abandonarla, destacó la Oficial del Programa «Cada niño sobrevive y prospera» del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Odalys Rodríguez.
Lo ocurrido aquí no aconteció de igual manera en otras latitudes, resaltó Rodríguez, quien llamó en esta capital a impulsar la lactancia en la nación antillana y multiplicar ese mensaje en todos los niveles.
Reflexionó sobre algunos aspectos en lo que se deben trabajar con urgencia, por ejemplo en la lactancia materna exclusiva en los seis primeros meses de vida, al año, y a los dos años y más.
Aquí deben intervenir además de otros factores, la atención primaria de salud, indicó Rodríguez.
Que se exhiba un índice de un 72 por ciento de niños alimentados con biberón durante la etapa que solo deben recibir el alimento de la madre, constituye un gran obstáculo para su bienestar, porque el pecho puede llegar a evitar el sobrepeso y la obesidad en el futuro, entre otros beneficios.
La Covid-19 desvió la atención de esta problemática, pero es hora de volver a enfocarse en la práctica, fomento y protección del acto de alimentar a un recién nacido.
Puntualizó que la lactancia materna se incluye en los objetivos de la agenda 2020-2030 para el desarrollo sostenible.
Para tener éxito se necesita del apoyo de la familia, los centros laborales, instituciones de salud y las comunidades, indicó la experta.
Consideró importante las consultas de puericultura, principal escenario y el más significativo para promover esta práctica.
Rodríguez destacó el apoyo de la Unicef a los bancos de leche humana, que de hecho, Cuba cuenta con 14 en estos momentos.
“La lactancia materna es el mejor comienzo para la vida”, concluyó Rodríguez.
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