La imagen, realizada por el artista manzanillero Amaury Palacios y catalogada por el Ballet Nacional de Cuba (BNC) como “ornato y símbolo mayor”, permanecerá en ese espacio dedicado a Ernesto Lecuona y a la música de cámara, y una de las principales sedes del Teatro Lírico Nacional.
Sumado a ello, el BNC proyecta un homenaje al autor de icónicos temas como Andalucía, Malagueña, Siempre en mi corazón, La comparsa, El crisantemo, Mariposa y Siboney; las zarzuelas Rosa la China, María la O y El Cafetal y las más de 176 piezas para piano.
El tributo al músico, nacido el 6 de agosto de 1895, acontecerá este viernes, organizado además por el capitalino Museo Nacional de la Danza y con una representación de profesionales del género lírico, y abordará la relación entre las composiciones de Lecuona y la danza.
La prima ballerina assoluta Alicia Alonso afirmó en alusión al virtuoso pianista: “sus obras poseen cualidades que las hacen idóneas para trabajos coreográficos. Se trata de una música que, en el aspecto melódico, posee elegancia y una gran riqueza de matices”.
Según la bailarina, en su base rítmica existe una dinámica muy “danzable” y todo ello hace que, desde el punto de vista de los movimientos escénicos, su música sea particularmente efectiva, sobre todo por la facilidad en la recreación de atmósferas, caracteres y sentidos teatrales.
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