Actualmente se vierten alrededor de 600 metros cúbicos de agua sobre un tercer tanque con combustible para mantener una temperatura segura ante el peligro de que las llamas del segundo reservorio de combustible provoquen una nueva explosión.
La instalación de otra bomba incrementará a 900 metros cúbicos ese volumen y en horas de la noche llegará otro equipo de gran caudal, desde Venezuela, que reducirá aun más los ciclos de reaprovisionamiento de agua.
El director nacional de la Empresa Cuba Petróleo Néstor Pérez dijo a la prensa que actualmente ese es el punto crítico de las acciones de enfrentamiento al incendio que comenzó el pasado viernes en la terminal de supertanqueros de esta ciudad.
La estabilidad en el volumen de agua permitirá pasar a una etapa superior en la extinción del fuego, cuya columna de humo alcanza actualmente varios kilómetros de altura e incide en localidades de las provincias de Mayabeque y La Habana.
Pérez añadió que estas acciones se ejecutan con el apoyo de brigadas especializadas de las empresas PDVSA, de Venezuela y PEMEX, de México, cuyos equipos se compatibilizaron con la estrategia concebida por la isla.
En la noche de este viernes se produjo un incendio cuando una descarga eléctrica producida por una tormenta impactó uno impactó el tanque 52 de almacenamiento de crudo de la Base de Supertanqueros de Matanzas.
A pesar de los esfuerzos en la madrugada se produjeron nuevas explosiones en el lugar por la extensión de las llamadas a un segundo repositorio de combustible con saldo de heridos y hasta el momento un fallecido.
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