De acuerdo con la funcionaria de la cancillería, la isla demandó ayuda internacional luego del incendio en la base de supertanqueros de esa occidental urbe y Washington solo propuso la comunicación vía telefónica con especialistas de la mayor de las Antillas.
“Es lo que han ofrecido hasta ahora, no ayuda. No depende de Cuba”, aseguró Tablada en varias respuestas a un post de la red social Facebook y añadió, asimismo, la existencia de un acuerdo bilateral suscrito durante el gobierno del demócrata Barack Obama (2009-2017).
Según la especialista, el convenio establece la coordinación de operaciones para combatir derrames en el mar, pero no aplica a desastres en tierra como es el caso de las explosiones en los tanques de combustible, ocurridas desde la tarde-noche del viernes 5 de agosto en la zona industrial matancera.
“Eso fue y no lo que has leído por ahí de barcos, aviones y ayuda. De inmediato lo aceptamos y se han producido conversaciones con expertos de Estados Unidos, que además se han agradecido públicamente”, refirió la subdirectora general del Minrex.
Por su parte, el viceministro de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossio mencionó las muestras de ayuda en las últimas horas de diversas personas y organizaciones en el país norteño, “los que agradecemos y son bienvenidas”.
Desde su perfil en la red social Twitter, reiteró la compleja situación experimentada en la nación caribeña y puntualizó como prioridad en el actual escenario la extinción del fuego, si bien “insumos médicos y medicamentos también son necesarios”.
Sobre el tema, la embajada de Washington en La Habana aseguró que ese país “vigila cuidadosamente la situación en Matanzas y está a la espera en caso de que Cuba requiera asistencia humanitaria o técnica de Estados Unidos (…) quiere apoyar a las personas y organizaciones que están enviando bienes”.
No obstante, las autoridades cubanas han denunciado en diversas ocasiones que aún persisten las 243 medidas unilaterales aplicadas durante el gobierno de Donald Trump (2017-2021), 55 de ellas en tiempos de la pandemia de Covid-19, y las consecuencias negativas de un bloqueo económico, comercial y financiero impuesto desde hace más de 60 años.
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