Luego de ese análisis iniciará la planificación de la recuperación, confirmó el primer ministro cubano, Manuel Marrero, en su cuenta de Twitter.
En ese red social aclaró que en este momento continúa el vertimiento de agua, vía terrestre y aérea, con el objetivo de enfriar la superficie y poder iniciar la búsqueda de los desaparecidos.
En otra publicación argumentó que existe total control y disminución de la emisión de humo, sin peligro para las personas.
Acotó que el siniestro fue controlado y se trabaja en la extinción de pequeños focos.
Sobre las labores que siguen en el terreno, el dirigente manifestó que «continuamos en la pelea».
Los helicópteros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias trabajan en la eliminación de los focos que quedan en la zona industrial matancera, aunque apagarlo por completo demorará, explicaron autoridades del Cuerpo de Bomberos de Cuba.
La noche del viernes 5 de agosto una descarga eléctrica impactó en uno de los tanques de la instalación en la capital matancera, a unos 100 kilómetros al este de La Habana.
Ese siniestro provocó el colapso de cuatro de los ocho tanques con capacidad para 50 mil metros cúbicos de petróleo cada uno.
Durante estos días de intenso trabajo, Cuba recibió apoyo solidario de varios países del mundo, así como especialistas de México y Venezuela con experiencias en incendios de esta magnitud.
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