Durante su reciente visita al sur de la península, Guterres expresó su apoyo total a la “completa, verificable e irreversible desnuclearización de Corea» hecho que calificó de “importante para alcanzar la paz y estabilidad de la región», según el texto difundido aquí.
Me veo obligado a expresar gran lástima por tal pronunciamiento del secretario general de la Organización de Naciones Unidas, el cual carece de equidad e imparcialidad y contraviene su compromiso de cargo, estipulado en la Carta de la ONU, afirmó Son Gyong.
Nuestro país nunca abrigó esperanzas de que los sucesivos secretarios generales de ese organismo internacional, excepto muy pocos, pudieran representar sin prejuicios la justa posición de nuestro país en el tema de la península coreana, agregó.
Más adelante el vicecanciller calificó las palabras de Guterres como intolerables y no representativas de la posición imparcial de la sociedad internacional.
La Carta de la ONU señala claramente que el secretario general no debe pedir la instrucción del gobierno de algún país ni aceptarla y, en calidad de funcionario público internacional que asume la responsabilidad sólo ante su organización, se abstendrá de cualquier acción que pueda desacreditar su posición, añadió.
Son Gyong expresó que la posesión de armas nucleares por parte de la RPDC fue una opción inevitable para defender la seguridad del Estado y el pueblo, así como y su desarrollo independiente ante la política hostil, la amenaza y chantajes de Estados Unidos, que impuso a la nación coreana indecibles desgracias y sufrimientos durante más de 70 años.
La historia del enfrentamiento demuestra que mientras la nación norteamericana, la mayor poseedora de armas nucleares en el mundo y único criminal nuclear, no renuncie de manera completa e irreversible a su ilegal política hostil, no se podrá garantizar la paz y estabilidad duraderas de la Península Coreana, sentenció el vicecanciller.
Como jefe de la ONU que debe tomar la justicia internacional y la igualdad de soberanía como principio fundamental de sus actividades, el secretario general no debe faltar en ningún caso a la imparcialidad, equidad y objetividad en los asuntos internacionales, inclusive el de la Península.
Le pedimos a Guterres que se abstenga del peligroso acto verbal, igual a echar gasolina en el fuego, lejos de hacer cosas que contribuyan realmente a la solución del problema en el momento actual en que se torna extremadamente delicada la situación de la Península, sentenció Kim Son Gyong.
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