La instalación -la primera que se erigirá en la región- se emplazará en una de las mayores universidades australianas, Monash, en Melbourne y tendrá una producción anual de 100 millones de dosis de vacunas contra el covid-19, la gripe y otras enfermedades.
Según especificaron las autoridades, la construcción de la fábrica comenzará este año y se espera quede terminada en 2024, mientras la producción de vacunas arrancará poco después.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, expresó que su país aceptó esta iniciativa no sólo por promover la ciencia y la salud, sino también por una cuestión de “seguridad nacional”.
Australia declaró varios confinamientos sucesivos y Melbourne, específicamente, vivió a lo largo de la pandemia uno de los períodos más prolongados de encierro.
Además, el país tuvo importantes problemas de suministro de vacunas.
“Tenemos que hacer más cosas aquí, no podemos seguir asumiendo que está bien encontrarse al final de las cadenas globales de suministro’, argumentó Albanese.
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