En una visita al oriental departamento de Jura, uno de los golpeados por destructores fuegos en las pasadas semanas, el funcionario precisó que están en curso decenas de investigaciones en el país para esclarecer lo ocurrido, ante la posibilidad de un origen criminal de las llamas.
De acuerdo con Darmanin, seis personas se encuentran en prisión provisional, en un contexto marcado por incendios que en julio y agosto arrasaron más de 30 mil hectáreas de bosques, con la peor situación en Gironda.
El ministro declaró que varias de las pesquisas abiertas transcurren en ese suroccidental departamento, donde a mediados de julio se perdieron 21 mil hectáreas de pinos y otras siete mil hace pocos días por el rebrote de los fuegos en la localidad de Landiras.
Según Darmanin, más de 500 gendarmes y policías están movilizados a propósito de los incendios, atizados por una combinación de factores, como la intensa sequía imperante a nivel nacional en Francia, las olas de calor y los vientos.
El titular insistió en que los culpables de desatar fuegos enfrentan condenas de hasta 30 años de cárcel, aunque no abundó en la naturaleza de las sanciones impuestas a los cuatro procesados, solo dijo que fueron severas.
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