Al anunciar el concurso, el Centro provincial del Libro y la Literatura, Ediciones Santiago y el Centro de Promoción Literaria que lleva el nombre del insigne narrador, enfatizaron en que se trata de una vía para difundir y promover su obra.
El certamen se desarrollará cada dos años y admitirá a autores cubanos residentes o no en el país, con piezas inéditas y publicadas que no hayan sido premiadas en lides anteriores.
Al fallecer aquí el 30 de agosto de 1996, a los 78 años, Soler ostentaba también el Premio Nacional de Literatura y un quehacer notable como guionista de radio y televisión.
El también Premio Nacional de Literatura Eduardo Heras expresó que, para muchos, El pan dormido figura entre las tres novelas cumbres de la literatura cubana, junto a Paradiso, de José Lezama Lima, y El siglo de las luces, de Alejo Carpentier.
Otra estudiosa de su trayectoria creativa, la escritora y ensayista Aida Bahr, valoró como monumental a esa narración, escrita por Soler cuando ya sufría las dificultades respiratorias derivadas de un enfisema pulmonar.
La novela que da título al concurso, escrita en 1975, tiene como centro a una familia pequeño-burguesa santiaguera durante la tiranía de Gerardo Machado (1925-1933), en la que se reflejan la rutina y la mediocridad intrascendente de una vida marcada por el negocio basado en la elaboración de pan.
Al calor del centenario de quien fuera igualmente el primer presidente de la filial local de la Unión de Escritores y Artistas (segunda fundada en Cuba), el Coloquio realizado en tributo a su memoria en noviembre del 2016 juntó en la urbe a prestigiosos intelectuales.
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