Nacido en la oriental ciudad de Santiago de Cuba, más de 891 kilómetros al este de aquí, el 18 de agosto de 1936, Sagarra -Doctor en Ciencias Pedagógicas- sobresalió en los años 50 del pasado siglo como deportista.
No obstante, debido a un padecimiento de asma bronquial no pudo continuar su carrera.
Tal coyuntura física no lo amilanó y tras el triunfo de la Revolución cubana, el 1 de enero de 1959, las posibilidades se le abrieron y labró un camino hacia la docencia para convertirse en 1962 en entrenador deportivo.
Desde 1963 asumió la dirección del colectivo de profesores de la selección nacional y desde ese año y hasta 1964 recibió ayuda valiosa de dos colegas, uno procedente de la entonces República Democrática Alemana Kurt Rosentil y otro de la desaparecida Unión Soviética Andrey Chernovenko.
De ellos tomó todos sus saberes y con tales conocimientos encumbró sus pasos hacia una pedagogía de excelencia en el pugilismo de la mayor de las Antillas.
Bajo sus órdenes formó a varias generaciones de boxeadores reconocidos a escala mundial como Enrique Regüeiferos (63,5 kilogramos), Rolando Garbey (71) y Roberto Caminero (60), primer campeón panamericano de Cuba en 1963.
Con posterioridad llevó al estrellato a hombres estelares en el firmamento boxístico con destaque para Teófilo Stevenson (81 y más de 91 kilos) y Félix Savón (91).
Nunca dejó de estudiar y siempre aspiró a crecer, hasta que en 1992 obtuvo el doctorado en Ciencias Pedagógicas.
Dirigió el equipo de boxeo hasta 2001, cuando decidió retirarse.
En su excelsa hoja de servicios prestados al movimiento deportivo se encuentran la consecución de 32 preseas doradas en Juegos Olímpicos, 63 en citas mundiales en categorías de mayores y 64 entre juveniles y cadetes.
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