“En los momentos más complicados vividos por la isla en los últimos tiempos, siempre contó con el apoyo del Gobierno y el pueblo rusos, nación que juega un papel fundamental para la concreción de importantes proyectos de desarrollo para nuestro país en sectores estratégicos, como energía, transporte, turismo o biotecnología”, detalló el diplomático en declaraciones a Izvestia.
Garmendía recordó que durante la última conversación telefónica en enero pasado, entre el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, reafirmaron los estrechos vínculos entre ambos países.
Asimismo, los mandatarios se pronunciaron en contra de la política de sanciones y bloqueos económicos, comerciales y financieros que ponen en peligro la seguridad y estabilidad de las relaciones internacionales, detalló.
El representante diplomático de la nación caribeña en Moscú detalló que, pese a la crisis energética desplegada en el mundo, Rusia participa activamente como socio estratégico, en proyectos priorizados para el desarrollo de la mayor de las Antillas. En ese sentido, precisó que de acuerdo al Plan de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030 en diversos sectores cubanos, entre ellos el energético, la agenda bilateral consolida los intercambios y los contactos para el avance de acciones conjuntas, como es el caso del proyecto de Zarubezhneft para aumentar la extracción en el yacimiento Boca de Jaruco, al norte de Cuba.
Igualmente, Garmendía argumentó que se trabaja como parte de la cooperación rusa-cubana en la construcción de cuatro bloques termoeléctricos de 200 megawats, tres en la central termoeléctrica Ernesto Guevara de Santa Cruz del Norte y uno en la Máximo Gómez de Mariel, ambas en el occidente del país.
El embajador añadió que el país eslavo se consolidó en 2021 como uno de los principales socios comerciales de la nación antillana, con el ascenso a la quinta posición a nivel mundial y la segunda en Europa, respaldado por un incremento del 93 por ciento del intercambio comercial con respecto al 2020.
Al cierre del pasado año, el volumen del intercambio de mercancías entre Moscú y La Habana se incrementó en un 93 por ciento, con un alza en las importaciones y un descenso en las exportaciones, refirió el diplomático.
“Existe el interés de que Rusia siga participando de manera activa en nuestro Plan Nacional para el Desarrollo Económico y Social hasta el 2030 y se impulsen proyectos conjuntos compatibles con la Estrategia Económico-Social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la Covid-19”, recalcó Garmendía.
Las relaciones históricas entre Rusia y Cuba se remontan a 1902 y en el año 1913, en San Petersburgo fue inaugurado el primer Consulado de la isla caribeña en este país. A partir del triunfo de la Revolución cubana de 1959, los vínculos bilaterales se fortalecieron y llegaron a concretarse en una asociación estratégica con la entonces Unión Soviética.
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