Los ganadores de esta segunda edición, nombrada Electo Silva en homenaje al Premio Nacional de Música, fueron en la categoría Obra original Claudio Ferrara, de Italia; Víctor D. Lozada, de Venezuela, y Ramón H. Roche, de Cuba, en los tres primeros lugares, respectivamente.
En el apartado de Arreglo Coral sobresalieron Martha J. Ramírez, de Cuba; Víctor D. Lozada, de Venezuela, y Sergio Barrera, de Colombia, por ese orden en los tres primeros puestos.
Presidido por el Maestro Guido López Gavilán, el jurado incluyó a los reconocidos compositores Roberto Valera y Beatriz Corona, los directores corales Enrique Filiú y Luis E. Peña, junto al escritor Yunier Riquenes.
En la valoración de las 32 obras concursantes de 12 creadores sobresalieron la amplia variedad de formatos corales, de temas y textos musicalizados y de estilos, géneros y lenguajes expresivos.
Con el auspicio del Festival Internacional de Coros Electo Silva, el concurso cuenta con la colaboración con el Instituto Cubano de la Música, el Centro Nacional de Música de Concierto (CNMC) y la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos “Miguel Matamoros”. En su encuentro 34, que fue el más reciente de ese evento a finales del 2021, fue enfatizada la intención de promover la composición coral como uno de los principales empeños en pos de la vigencia y el enaltecimiento del canto a puras voces, cuyos orígenes se remontan a los inicios de la civilización.
Junto al Madrigalista, la agrupación de más larga data en el movimiento coral de Cuba, el Orfeón Santiago y la Camerata Vocal Música Áurea son los tres principales en esta ciudad, que se precia de ser epicentro de esa manifestación en el país.
Una expresión de ese abolengo coral de la séptima villa fundada por los españoles en la Isla es Iré a Santiago, una pieza devenida himno a partir del poema Son de negros en Cuba, del español Federico García Lorca, y con los arreglos de Roberto Varela y ejecución de Electo Silva.
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