Instalada en uno de los pabellones de la XXI edición de Arte en La Rampa, la familia original de Baracoa, en la oriental provincia de Guantánamo, exhibe una amplia gama de vasijas como vasos, morteros, platos, bandejas, azucareras y tazas, así como joyeros, fuentes, juegos de dominó, repisas, palillos para el cabello, ceniceros y portacubiertos.
Con 30 años de experiencia en el trabajo con la madera, son portadores exclusivos de una amplia variedad de diseño de artesanía utilitaria y decorativa, que combinan elementos de modernidad con el legado taíno, destaca el Fondo Cubano de Bienes Culturales desde la red social Facebook.
La iniciativa guantanamera se inserta, desde hace años en los programas de expo-ferias promovidos por la institución, entre los que destacan Arte Para Mamá y Papá, en tanto su catálogo está disponible en plataformas digitales.
Ubicada en el Pabellón Cuba, en esta capital, Arte en la Rampa estará abierta al público hasta el 4 de septiembre con una variada oferta de venta de artesanías, la promoción literaria, presentaciones de obras de danza y teatro, espectáculos infantiles y exposiciones de artes plásticas.
Creaciones de 83 artesanos destacan en el catálogo del evento entre las cuales figuran trabajos de orfebrería, calzado, textiles, cerámica y vidrio, precisó en conferencia de prensa la directora de Artesanías del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), Mercy Correa.
En esta edición la cita también rinde homenaje al Movimiento de la Nueva Trova en sus cinco décadas, a los poetas Nicolás Guillén, Carilda Oliver y Jesús Orta Ruiz, y al bailarín y coreógrafo Ramiro Guerra, considerado el padre de la danza moderna en Cuba y a la enseñanza artística en la isla.
Convocado por el Ministerio de Cultura de Cuba y el FCBC, el encuentro acontece con el apoyo de otras instituciones como la Asociación Hermanos Saíz, la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales, y el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos.
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