Durante una conferencia de prensa en la ciudad de Montreal, junto al canciller alemán, Olaf Scholz, el jefe de Gobierno informó que ambos países estudian la posibilidad de realizar tales envíos, sin que haya un caso claro de negocio.
«La conversaciones se están produciendo», detalló Trudeau, quien añadió que la viabilidad incluiría mejoras en las infraestructuras para que el gas pueda circular desde la provincia de Alberta, al oeste del país, hasta la costa atlántica, antes de ser enviado a Europa.
Sin embargo, el primer ministro de Canadá comentó que las exportaciones del carburante a ese continente nunca han sido económicamente viables, por la distancia existente desde los campos a los límites con el océano Atlántico.
Según análisis de medios de prensa como el canal CBC News, las declaraciones de Trudeau parecieron echar agua fría a la idea de enviar gas natural al territorio europeo.
Sería una empresa costosa y podría no ser una inversión prudente, teniendo en cuenta el compromiso de Europa con una rápida transición a una economía más limpia, dijo el primer ministro.
En este sentido, las autoridades consideraron como prioridad el desarrollo de fuentes de energía como el hidrógeno verde en Canadá, para así ayudar a resolver la crisis energética.
Olaf Scholz comenzó en esta jornada una visita oficial a Ottawa con el objetivo de intensificar la cooperación energética bilateral, así como analizar estrategias políticas, económicas y militares comunes.
De acuerdo con el presidente de la Asociación de Cámaras de Industria y Comercio de Alemania, Peter Adrian, su país enfrenta grandes retos debido a la reorganización de los mercados de venta y las fuentes de suministro a causa del conflicto bélico en Ucrania.
El llamado viejo continente sufre los daños colaterales de una confrontación en la que la Unión Europea adoptó una postura crítica con Rusia, con el embargo parcial del petróleo procedente de este país, y la reducción gradual de su dependencia energética de la nación eslava.
En ese contexto, observadores plantearon la idea de enviar parte del gas natural de Canadá a través del Atlántico hasta las terminales de Alemania.
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