Durante el encuentro, el ministro agradeció a Rusia su apoyo constante a la soberanía y la integridad territorial de Serbia y el no reconocimiento de Kosovo.
Además, expresó su pesar porque la planificada visita de Lavrov a Belgrado, en junio pasado, no llegó a realizarse por el cierre del espacio aéreo de los países vecinos de Serbia, al calificarlo de violación del derecho internacional.
El ministro de Exteriores ruso también lamentó esta situación e invitó a su homólogo serbio, Nikola Selakovic, a visitar Rusia «en cualquier momento oportuno».
Las partes coincidieron en que Moscú y Belgrado mantienen buenas relaciones y siguen desarrollando la cooperación bilateral, a pesar de los desafíos actuales.
Pese a estar en el camino hacia la Unión Europea, Serbia se negó reiteradamente a sumarse a las sanciones antirrusas del bloque.
Belgrado aseguró, asimismo, mantener neutralidad respecto a la crisis ucraniana.
Numerosos países condenaron la operación militar que Rusia lanzó en Ucrania el pasado 24 de febrero y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligirle a la economía el mayor daño posible.
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