En las semanas y los meses que siguen, hasta el fin del 2022, continuaremos con precios elevados, señaló a medios locales, en un contexto de alza del costo de la vida, atizado por el conflicto en Ucrania y el impacto causado en Europa por las sanciones de occidente contra Rusia.
De acuerdo con Le Maire, para el primer trimestre del 2023 se espera que la inflación comience a retroceder de manera progresiva.
Sin embargo, no está sobre la mesa hoy que alcance el doble dígito en Francia, dijo el titular.
Según el Instituto Nacional de Estadística y de Estudios Económicos (Insee), la inflación cerró en julio con una variación interanual del 6,1 por ciento, comportamiento sin precedentes en casi cuatro décadas.
El aumento se produjo por la aceleración en el costo de la energía (28,5), los alimentos (6,8 por ciento) y los servicios (3,9).
Más temprano, el presidente Emmanuel Macron instó a los franceses a prepararse para lidiar con una etapa dura, marcada por limitaciones y desafíos.
Básicamente, estamos viviendo el fin de la abundancia, el de la liquidez sin costo, y tendremos que lidiar con las consecuencias económicas, advirtió en la reunión del Consejo de Ministros que representa para el gobierno el final del período vacacional.
Sus declaraciones causaron malestar en sectores de la política francesa, en particular de la izquierda, desde la cual le recordaron que 10 millones de personas sufren ya la pobreza.
“No señor Macron, nunca ha habido abundancia, sino irresponsabilidad, saqueo, despilfarro, mercantilización de todo y de lo vivo”, afirmó el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon en las redes sociales.
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