Según el Palacio del Elíseo, la víspera el presidente Emmanuel Macron y la primera ministra Élisabeth Borne se reunieron para abordar las prioridades de la etapa que se abrirá el 1 de septiembre, después de meses marcados por destructivos incendios forestales, una sequía sin precedentes, varias olas de calor y severas tormentas.
La lucha contra las consecuencias del cambio climático y las políticas de sobriedad energética anunciadas por Macron en julio centraron el encuentro, una cena de trabajo, de cara al Consejo de Ministros que sesionará este miércoles, precisó en un comunicado.
En julio y agosto, unas 30 mil hectáreas de bosques desaparecieron bajo las llamas, con el departamento de Gironda como el más golpeado.
La sequía obligó a decretar algún nivel de alerta en los 96 territorios metropolitanos. Francia sufrió tres episodios caniculares y la isla de Córcega lidió con vientos de más de 220 kilómetros por hora, que dejaron cinco muertos.
Para el 31 de agosto está previsto un seminario con los miembros del gobierno sobre temas ecológicos.
Macron fijó el enfrentamiento al cambio climático como una de las urgencias de su segundo mandato de cinco años, tras su reelección en abril, pero diversos sectores de la sociedad, cuestionan su gestión al respecto.
Juzgaremos su gestión por los actos y las pruebas concretas, dijo a la cadena Franceinfo en abril el director general de Greenpeace Francia, Jean-François Julliard, quien criticó al mandatario por incumplir sus propuestas ecológicas en los cinco años en el Palacio del Elíseo.
De acuerdo con el activista, los defensores del medioambiente están decepcionados y se han sentido incluso traicionados por las promesas no atendidas del jefe de Estado.
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