El antillano, quien fungió en el segundo tablero del equipo nacional de Cuba en la recién terminada Olimpiada Mundial celebrada en India, vislumbra mejores perspectivas en esta modalidad gracias a competiciones de este tipo.
«A partir de esta jornada participo en otro torneo aquí en Portugal», dijo vía WhatsApp a la espera de verse desde el 1 de septiembre, entre los hombres con más de 2600 puntos de ELO, una de sus grandes metas en su continua carrera de ascenso en el Reino de Caissa.
En exclusiva da declaraciones a Prensa Latina, opinó sobre el máximo torneo élite para equipos entre naciones, que terminó con la victoria de Usbekistán en el masculino y el equipo de Ucrania en el caso del femenino.
“Hice un gran torneo en la Olimpiada al igual que el resto de los compañeros. Sólo me confundí de rigor en la última partida, me fue mal en la apertura y perdí. Gané 10 puntos ELO. Terminamos entre los 2O primeros y era ese el objetivo”, precisó.
Para el Campeón Nacional de 2019,el más joven en lograrlo después de que lo hiciera con 13 años, José Raúl Capablanca, la preparación previa resultó crucial para limar diferencias con aspectos de juego incluso usos horarios.
“Llegamos en el caso del masculino muy bien a la Olimpiada. Estuvimos antes en España y jugamos un torneo abierto y ello nos dio muy buenas sensaciones, dijo.
“El ambiente de Europa te aclimata rumbo a Asia, así que nos salieron bien las cosas a todos”, manifestó vía Wtsap.
Tras la olimpiada disputada en la ciudad de Chennai, Albornoz se coronó en el torneo abierto de ajedrez de Mirandela, Portugal.
“Me dio mucha fuerza y motivación estar en la India, y al ganar 10 puntos al ELO me estimulé aun más. Lo único complicado fue sobreponerme a la última partida en la Olimpiada. Nunca deja un buena sabor de boca perder”, expresó.
El competir continuamente le ha propiciado consolidarse en la élite de Latinoamericana, con cetros en diversos torneos regionales.
“Mi juego ha madurado mucho. No tenía la experiencia de jugar tanto en Europa. A pesar de que el ELO era casi el mismo que en 2019, no había llegado la pandemia que me interrumpió mucho en materia de desarrollo, y esa experiencia ha sido clave”, señaló.
Humildad y trabajo definen la carrera de Carlos Albornoz a sus 21 años, avalados además por un currículum que incluye título de Campeón Panamericano Universitario, además del torneo Carlos Torres Repeto, en México.
En la Olimpiada, dijo, nos enfrentamos a jugadores de más de 2600, uno se bate duro y eso levanta el ego.
«Después de jugar con ellos enfrentas a jugadores de menor nivel y hasta te sientes más cómodo”, concluyó.
Los últimos trances competitivos le han asegurado 26.8 unidades al ELO de Albornoz para superar la barrera de los 2600.
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