El certamen, que comienza mañana miércoles 31, pone foco en la presencia yoruba como temática fundamental y la rumba, expresión viva y patrimonio cultural e inmaterial de la nación declarada por la Unesco.
Desde 2019, el evento busca cumplir el Objetivo Patrimonio Legado Africano, para reivindicar y valorizar esa influencia llegada a Cuba y extendida a la región latinoamericana y caribeña donde el trabajo de las comunidades afrodescendientes cobra relevancia a partir de la salvaguarda histórica.
En este sentido, la cita reserva las conferencias sobre cómo la presencia africana en Cuba es una realidad, que impartirán personalidades de la cultura como el etnólogo y presidente de honor de la Unión de Escritores y Artistas, Miguel Barnet, la escritora Zuleica Román y el investigador de la Fundación Ortiz, José Matos.
Queremos dialogar con jóvenes, niños, portadores de esta tradición, cultores, investigadores y todas las personas posibles a lo largo del país y difundir esta muestra de identidad cultural, reafirmó la directora artística, Irma Castillo, al portal Cubarte.
Este año, el Timbalaye defiende la cultura comunitaria como uno de sus aspectos más significativos y concentra sus acciones en varias provincias de la isla como Pinar del Río, Cienfuegos, Guantánamo y Camagüey.
Según el presidente del Festival,Ulises Mora, «no existe un lugar que nos haya enseñado más como lo es la comunidad cuando iniciamos hace más de treinta años este proyecto; porque viviendo en los barrios es que uno se percata del sitio donde está la verdadera inteligencia colectiva, a través de los grupos, la rumba y sus tambores batá, que al final son un conjunto folclórico con su propia filosofía».
Hasta el 11 de septiembre, el Festival que cuenta con el apoyo del Consejo Nacional de Casas de Cultura dará acceso a talleres teóricos y prácticos sobre las danzas afrocubanas en tanto destaca las presentaciones del grupo profesional Iyerosun, el grupo infantil D’ Alojan, la Compañía Raíces Profundas y el declamador Aldenth Nithg.
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