La imagen que se van a llevar de Cuba está en mis manos a la hora de actuar, crea un compromiso grande que trato de cumplir con la mayor profesionalidad, imponiendo un extra que deje una linda idea sobre nuestra isla, nuestra música y cultura, reconoce quien ha conducido por más de 15 años el camino profesional de la Orquesta de Cámara de La Habana.
Si bien fue invitada a trabajar con otras formaciones, “en el caso de la Filarmónica de Bogotá se trata de una orquesta que ha gozado de alto prestigio en Latinoamérica por décadas; posee un repertorio amplísimo y aglutina una masa de cuerdas bien potente.”
Ante el auditorio sudamericano, la graduada de Dirección Orquestal por el Instituto Superior de Arte busca impregnar el concierto con «ese sabor que trato de trasmitirle más allá de lo que está plasmado en la partitura”, declaró en exclusiva con Prensa Latina a través de sus plataformas digitales.
Quien conoce su proyección y estilo enérgico, entiende la magnitud del compromiso asumido por García, capaz de movilizar a los instrumentistas y generar un ambiente único como logró en 2016 junto al célebre violinista norteamericano, Joshua Bell, en el Lincoln Center de Nueva York.
Desde entonces, cimentar las alianzas musicales ha sido un propósito cada vez mayor para la profesora de canto coral acompañada por su orquesta de cuerdas en las presentaciones conjuntas con artistas de renombre internacional como los violonchelistas Sonja Kraus,Nikolay Shugaev, el pianista Alessandro Stella, el director Joel Revzen o el siempre aclamado Fito Páez.
Bajo la batuta de la talentosa cubana, la Filarmónica de Bogotá también ha experimentado «una semana de ensayos cargada de empeño, disfrute y mucho entusiasmo por ser un desafío mutuo y compartir el programa especial dedicado a la música cubana, cuyos ritmos complejos y síncopas deberán asumir los colegas colombianos,» advierte.
La selección del repertorio pensado para abarcar de lo clásico a lo contemporáneo y muy caribeño anuncia un viaje musical encantador al contemplar las Variaciones Enigma, de Edward Elgar; obras del binomio dorado de la composición en la isla, Amadeo Roldán y Alejandro García Caturla y piezas de géneros populares llevadas al formato sinfónico por los maestros Aldo y Guido López-Gavilán.
Como directora de orquesta debo ir lo más preparada posible porque se trata de ejecutantes con vasta experiencia, sin dudas, nos aportaremos en ambos sentidos y es lo más fructífero de este tipo de colaboraciones, subraya.
A su paso por tierra colombiana le precedió el encuentro de la propia Filarmónica de Bogotá con otros dos dignos embajadores culturales de la isla, el maestro José María Vitier y Marcos Madrigal al piano, ambos ampliamente exaltados por la prensa y el público asistente.
En palabras de García, la presencia de los artistas cubanos también denota parte de “nuestra solidaridad, la manera humana y bondadosa que nos caracteriza más allá del ámbito musical, para que el auditorio se quede prendado de lo maravillosa que es Cuba”, concluyó.
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