La delegación de la Anaic en la región de Liguria efectuó un emotivo acto de recordación en el cementerio Génova-Aranzano, donde reposan los restos de Di Celmo, quien falleció en La Habana el 4 de septiembre de 1997, a los 32 años, tras detonar una bomba en el Hotel Copacabana.
En un comunicado de esa asociación divulgado este domingo, se recuerda que el principal autor de ese atentado, el contrarrevolucionario Luis Posada Carriles, quien reconoció su crimen, nunca fue enjuiciado y murió en libertad en Estados Unidos, protegido por el Gobierno de ese país.
Tras ser capturado por las autoridades cubanas, el mercenario salvadoreño Raúl Cruz León delató sus conexiones con Posada Carriles, quien llegó a declarar que “con cualquier hecho dentro del territorio cubano en contra el régimen de La Habana, me responsabilizo totalmente”.
El documento señala que ese terrorista, un agente de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), fue acusado además por Cuba y Venezuela por otros graves crímenes, entre ellos la explosión en 1976 de un avión de Cubana de Aviación, donde murieron 73 personas.
En 2007, refiere la Anaic, el Parlamento italiano aprobó «trabajar con énfasis en la solicitud a Estados Unidos de la extradición del terrorista a Italia” para responder ante la justicia por la muerte de Di Celmo, pero tal reclamo nunca fue atendido por Washington.
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