La presidenta del BCE, Christine Lagarde, resaltó que contribuyen a esta posible realidad el deterioro de la capacidad de producción de las economías que conforman el bloque y los incrementos de los precios de la energía y los alimentos.
Lagarde explicó que el aumento en las expectativas de inflación por encima del objetivo del BCE y las alzas salariales superiores a lo previsto también son factores favorecedores a dicho escenario
La máxima representante de la entidad financiera internacional destacó que si decrecen los costos de la energía o la demanda se debilita en el mediano plazo, disminuiría la presión sobre los precios.
Durante una reunión de políticas monetarias, el BCE elevó sus proyecciones de inflación y aumentó la perspectiva para 2023 al 5,5 por ciento desde el 3,5 por ciento.
La institución bancaria situó la tasa inflacionaria para 2024 en el 2,3 por ciento, por encima de su objetivo del dos por ciento.
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