De acuerdo a la información facilitada por el servicio departamental de bomberos y salvamento, cerca de 14 mil viviendas continuaban sin suministro eléctrico durante las primeras horas de la mañana, si bien confirmaron que se necesitarían varias horas antes de hacer una evaluación más completa.
La región continúa hoy en alerta naranja por tormentas eléctricas, mientras que 13 provincias del sureste francés se encontraban anoche bajo estrecha vigilancia debido a las lluvias torrenciales, granizo y fuertes rachas de viento, que en algunas zonas llegaron a superar los 100 km/h.
Según el servicio Météo-France esta “situación altamente tormentosa del final del verano exigía una vigilancia particular”, debido a “un fuerte riesgo de fenómenos violentos”, si bien los daños no fueron especialmente graves.
Además de los cortes de luz y bloqueos en algunas carreteras debido al desprendimiento de tierra, las autoridades reportaron daños en los tejados de varias casas debido a los rayos, y el incendio de una de ellas provocado por este fenómeno.
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