Una declaración conjunta de los jefes de Gobierno de esos cuatro países refleja lo que los firmantes califican de preocupación por la creciente afluencia de ciudadanos rusos a través de sus fronteras hacia la UE.
Dichas normativas se suman al amplio cúmulo de sanciones contra el gigante eslavo, implementadas por el mecanismo comunitario y Occidente tras el lanzamiento de la operación militar especial que Moscú encabeza en el Donbass.
Las nuevas leyes aumentan el costo de las visas así como el tiempo para su procesamiento.
Desde la implementación de las primeras medidas restrictivas Rusia advirtió sobre su efecto bumerán, mientras el presidente Vladímir Putin informó que la operación militar especial desplegada en las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, respondió a una petición de esos gobiernos.
Los territorios del Donbass sufrieron el asedio militar de Kiev por ocho años bajo la mirada pasiva de los mismos actores que hoy juzgan a Moscú, según el Kremlin.
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