El recinto expositivo de 2000 metros cuadrados cuenta con nuevos entrepisos, un nivel del museo casi irreconocible y una escalera al exterior del edificio presentada en un llamativo vidrio rojo, el área es tan vasta como la propia Australia, refieren sus arquitectos.
El museo se encarga de contar la historia de Australia. Este ha sido un gran proyecto, en muchos sentidos, comenzando con la idea de la relación entre las personas y la tierra, declaró la curadora principal de la galería Great Southern Land, Martha Sear, a medios nacionales.
De acuerdo con Sear, este nuevo espacio también servirá para exponer «esa conexión entre los pueblos de las Primeras Naciones y todos los ecosistemas y comunidades de vida realmente diversos en este continente asombrosamente enorme y diverso.
El acceso a la galería se produce a través de un bosque de árboles bunya, troncos que se elevan 7,5 m hasta el techo, extraídos de árboles vivos en los bosques del sureste de Queensland seguido por una entrada donde los espejos se alinean en las paredes, creando un efecto infinito.
Dividida en varias secciones, la institución muestra las fuerzas naturales que han dado forma a la vida en Australia así como los ritmos estacionales del país basado en su historia, flora y fauna con realce para los modelos de orcas de tamaño natural que, cuelgan del techo mientras reproducen imágenes y sonidos de ballenas haciendo eco.
Otros espacios del recinto que abrirá puertas al público el 15 de septiembre se dedican a la biodiversidad y la evolución contemporánea de la nación.
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