MSF inició en agosto un despliegue en territorio neerlandés, cerca de la frontera con Alemania, después de que el centro de migrantes de Ter Apel se viese desbordado.
En el exterior, ofreció atención sanitaria básica a cientos de personas, con 450 consultas médicas y más de 500 de salud mental.
Karel Hendriks, coordinador de emergencias de MSF, advirtió en un comunicado que algunas de las personas llevaban mucho tiempo sin recibir atención médica y, en algunos casos, la asistencia fue de urgencia.
Los pacientes procedían de Siria, Irak, Irán, Türkiye, Somalia, Eritrea y de países del África occidental.
Hendriks señaló, que las personas que solicitan asilo en Países Bajos deben poder acceder a la atención médica, no debemos olvidar que es responsabilidad del Gobierno proporcionar a los solicitantes de asilo una atención adecuada.
En este sentido, la directora de MSF en Países Bajos, Judith Sargentini, afirmó que el derecho a la atención médica también debe respetarse, incluso en aquellos casos en los que (los migrantes) no puedan ser alojados en los lugares de acogida existentes.
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