Los atacantes pueden ser acusados de cometer al menos cuatro delitos especialmente graves, incluido el espionaje y la violación de secretos de Estado, informó un representante de la fiscalía.
El ciberataque podría haber sido facilitado por una violación de los protocolos de seguridad por parte de uno de los empleados del Estado Mayor o del ministerio de Defensa, pero es posible que varias computadoras puedan actuar como una «puerta de enlace» a la vez, según comenta Diário de Notícias.
Acorde con especialistas, el trabajo remoto durante la pandemia Covid-19 también podría haber incidido en la disminución de la atención de los empleados militares a los temas de seguridad de la información, señala el periódico.
El escape de papeles de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fue descubierta por expertos cibernéticos de los servicios de inteligencia estadounidenses.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos fue la primera en informar en agosto al primer ministro portugués, António Costa.
Según el diario, Costa convocó en varias ocasiones a reuniones al vicealmirante Gameira Marques, director general de la Autoridad de Seguridad Nacional de Portugal, a Mario Campularga, secretario de Estado de Digitalización y Modernización Administrativa, y a Helena Carreiras, ministra de Defensa.
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