Tras saludar el “buen comportamiento de la economía francesa” aseguró que el país “no está entrando en recesión, Francia está teniendo un buen año en 2022”, declaró Le Maire, razón por la cual el gobierno estimó elevar en dos décimas la previsión de crecimiento de cara al final de 2022.
Además, señaló que “como el consumo se mantiene, como la inversión empresarial se mantiene, como la creación de empleo sigue siendo muy dinámica, revisaremos la previsión de crecimiento” de cara al próximo año, pero avanzó que podría ser del “uno por ciento en 2023, que sigue siendo un crecimiento positivo”.
Esta nueva valoración rebaja en cuatro décimas las estimaciones previas del ejecutivo francés para el año venidero, al igual que el Banco de Francia que también prevé una importante desaceleración de la actividad para 2023.
También las perspectivas de inflación fueron revisadas al alza por el ejecutivo, pasando del 3,2 al 4,2 por ciento, debido fundamentalmente al aumento de los precios de la energía, si bien de cara al próximo año debería empezar a ralentizarse, añadió Le Maire.
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