El informe señaló que “las últimas lecturas de precios de final de mes han dado lugar a una desaceleración menos marcada de los precios de la energía y a una aceleración más sostenida de los precios de los alimentos”, mostrando un aumento del indicador de medio punto en tan solo un mes.
En efecto, si la inflación de los precios de la energía bajó del 28, 5 por ciento de julio al 22,7 por ciento registrado en agosto, en el mismo periodo la alimentación subió del 6,8 al 7,9 por ciento, con importantes alzas en los precios de la fruta fresca, la carne, los productos lácteos, el pan y las bebidas.
También los bienes de los bienes de consumo aumentaron un 8,2 por ciento interanual en agosto, mientras que en julio esta subida fue del 6,7 por ciento, según explicó el comunicado.
Por su parte el Gobierno elevó recientemente su previsión de inflación para 2022 al 5,3 por ciento, desde el 5 por ciento anterior, y confía rebajarla al 4,2 por ciento en 2023, si bien esa meta se encuentra 2,2 por encima del objetivo fijado por el banco central en el marco de su misión de estabilidad de precios.
La inflación en Francia sigue siendo más baja que en el conjunto de la zona euro, con un 9,1 por ciento en agosto según Eurostat, mientras que en Alemania llegó al 7,9 por ciento de acuerdo a las cifras definitivas publicadas por el instituto estadístico alemán Destatis.
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