Es un asunto controversial pues, incluso en algún momento años atrás, aún lejos de la butaca presidencial, hasta el propio actual mandatario rechazaba que alguien se mantuviera en el gobierno por dos periodos consecutivos.
Desde el mismo momento de la proclama sobre su intención de aspirar a otro mandato en 2024 se acrecentó la discusión, aun cuando los presentes en la Casa de Gobierno rompieron en aplausos y en una gran algarabía de aprobación. Lógico: la mayoría correspondía a sus simpatizantes.
Sin embargo, la prohibición a la reelección una vez terminado el primer periodo está plasmada en todas las Constituciones de la República, desde la primera en 184 hasta la de 1983, vigente hoy.
Aunque esto no siempre fue así. En 1938 el dictador y general Maximiliano Hernández Martínez ordenó cambiar la Carta Magna para poder permanecer en el cargo por otros cinco años.
Según el artículo 88 de la Ley Fundamental existe una obligación para ciudadanos “civiles y militares” de cumplir con la no reelección continua. «La violación de esta norma obliga a la insurrección», acentúa el texto.
En realidad es un tema complejo y que llama a la interpretación.
El artículo 131 numeral 16 le ordena a la Asamblea Legislativa «Desconocer obligatoriamente al Presidente de la República» si terminado su periodo continúa en el ejercicio.
El artículo 152 prohíbe al presidente en funciones que pueda presentar su candidatura para continuar si desempeñó el puesto por más de seis meses.
Esto claramente está indicando que el actual presidente no podrá hacerlo para 2024 dado que lleva más de 36 meses al frente del Estado.
Desde el anuncio oficial de Bukele este jueves en lo adelante deben esperarse muchas interpretaciones sobre la alternancia en la Primera Magistratura.
Analistas y académicos, como Rubén Zamora, exembajador de este país en Estados Unidos, estiman que la Constitución es un muro “frente a las pretensiones de políticos de perpetuarse en la presidencia de la república”.
El propio Zamora es del criterio que el continuismo presidencial es incompatible con la democracia e instaura la dictadura, según la experiencia histórica de esta nación y la de muchos países.
Desgraciadamente, hoy, en nuestra patria, funcionarios, diputados y militantes del partido oficial Nuevas Ideas pretenden volver al pasado, alertó en su valoración.
De acuerdo con Bukele, el país demostró que «ahora es soberano e independiente» y que «el régimen funciona».
Remarcó que «por más protestas que vengan desde el exterior» no se detendrá en su actuar, para luego proceder a confirmar que se postulará como candidato presidencial.
Ante una audiencia en el Palacio de Gobierno, Bukele admitió que espera los cuestionamientos de la comunidad internacional.
Sin embargo, opinó que las críticas que pueda recibir serán «hipócritas» debido a que países de primer mundo tienen contemplada la reelección en sus sistemas de gobierno.
«Más de un país desarrollado no estará de acuerdo, pero no son ellos quienes decidirán, sino el pueblo salvadoreño», apuntó.
«Todos ellos tienen reelección. Creo que hay que copiar a los que están bien y las prohibiciones de reelección solo están en países de tercer mundo», agregó el mandatario.
El balón está en la cancha y en caso que se modifiquen los artículos “pétreos” que prohíben la reelección continua, es el pueblo en las urnas el que debe anotar el gol. Se queda Bukele o se va Bukele es la decisión que tomarán.
«El pueblo debe tener el derecho de rechazar o continuar. Si el pueblo siente que va bien debe ratificar su deseo de continuar, ¿por qué desechar el camino si funciona?», insistió el mandatario para justificar su pretensión de mantenerse en el poder.
Las reacciones no se hicieron esperar y ya muchos ministros, políticos y seguidores del mandatario dan por seguro que el joven presidente estará en la boleta de Nuevas Ideas en 2024.
El ministro de Defensa, René Merino Monroy, está entre quienes opinan que la reelección permitirá seguir con políticas públicas como las que permitieron disminuir la violencia en el país. Sería un grave error si no se continúa, dijo el funcionario.
Por lo pronto se abre un escenario de deliberaciones y cuestionamientos sobre la viabilidad de la propuesta del presidente, la que de avanzar se convertirá en un reto para la oposición: conseguir un candidato que pueda desbancar a Bukele en las urnas, algo que hoy parece no vislumbrarse.
rmh/lb
*Corresponsal jefe de Prensa Latina en El Salvador.