Según la cadena Sky News, esa suma corresponde solamente al patrimonio personal de la monarca, e incluye propiedades como el castillo escocés de Balmoral, donde falleció el 8 de septiembre pasado, tras 70 años de reinado.
Al margen de esa cifra para nada modesta, y que es suficiente para hacer que Carlos III figure en la próxima lista anual de la revista Forbes sobre las personas más ricas del mundo, el financiamiento principal de la familia real británica procede de la llamada Subvención Soberana.
Vigente desde 2012, esa ley garantiza que la familia real reciba el 25 por ciento de las ganancias generadas cada año por el enorme patrimonio inmobiliario, agrícola y marino que posee la Corona a lo largo y ancho del Reino Unido, y cuyo valor ascendería a unos 15 mil millones de libras esterlinas (más de 17 mil 300 millones de dólares) al cambio actual.
De acuerdo con la cadena noticiosa, tan solo el año pasado, la casa real recibió más de 86 millones de libras (casi 100 millones de dólares) procedentes del erario público, que es el encargado de otorgarle la subvención, y cuyo monto no puede disminuir incluso si disminuyen las ganancias.
La mayor parte de esos fondos fueron utilizados para cubrir los viajes oficiales de los miembros de la realeza, pagar los salarios del medio millar de empleados que trabajan en sus numerosos palacios y castillos, y costear la millonaria remodelación del Palacio de Buckingham, la emblemática residencia de los monarcas británicos en el centro de Londres.
La Subvención Soberana es libre de impuestos, y aunque la reina Isabel II comenzó a pagar en 1993 una contribución por los fondos que no son utilizadas con fines oficiales, todavía se desconoce si el nuevo monarca hará lo mismo que su progenitora.
Carlos III también tiene a mano el Privy Purse, un monedero privado al que van a parar los ingresos del Ducado de Lancaster, un portafolio de tierras y activos puesto en fideicomiso por la monarquía desde 1399.
Según el sitio electrónico oficial del Ducado, a finales de marzo pasado, el valor de los activos bajo control del fideicomiso ascendía a 652,8 millones de libras esterlinas (753 millones de dólares), de que le generó un excedente neto de 24 millones de libras (27,6 millones de dólares).
El monto total de la fortuna que heredará el nuevo monarca y demás miembros de la familia real jamás será conocido en detalles, porque el testamento de la reina permanece cerrado, y es el único exento de pasar por el proceso de protocolización, aseguró Sky News.
Más allá de la mera curiosidad y del morbo, el tema de la herencia real cobra un significado especial por los gastos en que está incurriendo el Estado para pagar por los funerales de Isabel II y los eventos relacionados con la sucesión, en momentos en que la economía británica se tambalea, y millones de personas lidian a diario con la crisis del costo de la vida.
La víspera, durante su visita a Gales para recibir las condolencias por la muerte de su madre, un hombre del público se encargó de recordarle a Carlos III quién paga por la mayor parte de los gastos de la realeza.
Mientras nosotros luchamos para calentar nuestros hogares, también tenemos que pagar por su desfile, le dijo el individuo, mientras el nuevo monarca se alejaba sin responderle.
mv/nm