Así declaró a Prensa Latina la miembro de la Asociación Nacional de Sordos de Cuba (Ansoc), Ana María Mejías, quien precisó que la norma legislativa es oportuna y moderna.
Acotó que con la aprobación del texto, la comunidad sorda tendrá muchas perspectivas, sobre todo, en cuanto al reconocimiento social.
«Traerá mucha esperanzas para todas las personas en situación de discapacidad», dijo.
Ana María es madre de un adolescente de 15 años al que educa y explica la importancia de la aceptación.
«Mi hijo es oyente, pero en el futuro puede tener una pérdida auditiva, y este Código le ofrece perspectivas en una sociedad más tolerante», enfatizó.
Mejías agradece que el tema de la comunicación y la lengua de señas estén implícitas en la norma legislativa.
«El Código acepta que la lengua es necesaria y que puede ser utilizada por los profesionales y la sociedad oyente para la comunicación con las personas sordas», afirmó.
Además, es la única miembro de la Ansoc con grado de Doctora, en este caso en Ciencias Pedagógicas.
«Por la voluntad política del país, la comunidad sorda está elevando su nivel cultural», manifestó, y esa oportunidad de superación está presente en el documento que evidencia los diferentes tipos de familias de la sociedad cubana de hoy.
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