De acuerdo con el documento, realizado por la Dirección de Investigación, Estudios, Evaluación y Estadísticas (Drees), desde la más temprana edad existen marcadas disparidades entre los niños según la categoría socioprofesional de sus padres, así el doble de hijos de obreros que de directivos tienen sobrepeso en el primer año de guardería, señaló.
A lo largo de la vida, el riesgo de desarrollar una enfermedad crónica, con la excepción de ciertos cánceres, es mayor entre las personas más pobres que entre las más ricas, así el 10 por ciento con menos ingresos desarrolla diabetes 2,8 veces más que el 10 por ciento más rico.
Igual ocurre con el riesgo de desarrollar una enfermedad crónica del hígado o del páncreas, la proporción de 2,4 veces mayor para los más pobres, y el doble si se habla de enfermedades psiquiátricas, según el informe.
Únicamente en referencia a los cánceres se registra “una frecuencia ligeramente menor en las personas con los niveles de vida más bajos”, señaló Drees, si bien esto podría explicarse por un menor uso de las pruebas de detección.
La renuncia a los cuidados también afecta a las personas con menos recursos, acentuada por las enormes carencias del sistema público de salud en determinadas zonas del país, acrecentando estas disparidades en parte por «los hábitos de vida que difieren según el origen social», y también por una peor dieta alimenticia por parte de las familias más pobres.
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