En ese contexto, el ministerio de Salud Pública de Cuba alertó que el riesgo de enfermar sigue siendo alto, pues los índices de infectación provocados por el mosquito Aedes aegypti continúan elevados.
Las provincias con mayor tasa de incidencia de casos sospechosos son Santiago de Cuba, La Habana, Guantánamo, Las Tunas, Matanzas y Mayabeque, así como el municipio especial Isla de la Juventud.
El mayor número de focos se concentra en Santiago de Cuba, La Habana, Camagüey, Holguín, Matanzas, Villa Clara y Pinar del Río.
Dicha cartera –citada por el diario Granma- advirtió que en los depósitos para almacenar agua se detecta la mayor cantidad de focos, con el 71,5 por ciento.
Recientemente, el doctor en Ciencias Eric Martínez, del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí explicó que esta enfermedad entraña más riesgos para niños y adolescentes, que para los adultos.
Insistió que el principal criterio epidemiológico que se debe seguir para su tratamiento es considerar como posible caso de dengue a todo niño, proveniente o residente en una zona con transmisión de dengue, que presente un cuadro febril agudo.
«Todo niño, cuando hay transmisión y tenga fiebre, tiene dengue hasta que se demuestre lo contrario, eso hay que pensarlo para evitar demoras», enfatizó Martínez.
El mosquito Aedes aegypti, agente transmisor, demostró su capacidad a la hora de adaptarse para sobrevivir, de hecho el huevo del mosquito puede estar hasta 13 meses en las paredes húmedas de un recipiente, explicó con anterioridad la viceministra primera de Salud Pública, Tania Margarita Cruz.
“Ese tanque puede trasladarse hacia otro lugar y al año, al caerle agua a los huevos, estos eclosionan y salen las larvas. Por eso es tan importante el cepillado de los depósitos, para la destrucción de los huevos”, comentó.
Las altas temperaturas -argumentó- acelera el proceso de eclosión, por eso la mayoría de los casos ocurren en el verano.
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