Esta “injustificada inclusión” por parte del Gobierno de Estados Unidos, desprestigia los legítimos esfuerzos de cooperación de la ONU y de la comunidad internacional en su lucha contra el terrorismo, señaló el órgano de integración en la Declaración final de su XXII Consejo Político, celebrado en Nueva York.
Los Estados miembros del ALBA-TCP demandaron a Washington a revertir esa “acción unilateral”, ampliamente rechazada en la región y en el mundo.
Subrayaron que esta medida tiene un impacto negativo en el pueblo cubano al incrementar las dificultades de la isla en su inserción en el comercio internacional, realizar operaciones financieras y adquirir insumos básicos.
Los ministros de Relaciones Exteriores de la Alianza reafirmaron además su rechazo a la imposición de medidas coercitivas unilaterales contra Estados soberanos, violatoria de las normas y principios del Derecho Internacional y la Carta de Naciones Unidas.
Abogaron, en ese sentido, por el levantamiento incondicional e inmediato del “criminal e ilegal bloqueo económico, comercial y financiero” impuesto hace más de 60 años por Estados Unidos a Cuba, de conformidad con las resoluciones de la Asamblea General.
También rechazaron la imposición de medidas coercitivas unilaterales contra los pueblos y Gobiernos de Nicaragua y Venezuela, violatorias del Derecho Internacional que impiden el pleno disfrute de los derechos humanos.
En el texto, aprobado por unanimidad, los cancilleres del ALBA-TCP acordaron intensificar la cooperación, incluida la multilateral, para asistir a los Estados más vulnerables, a los pequeños países insulares en vías de desarrollo, a las naciones en desarrollo sin litoral, en temas como el impacto negativo del cambio climático.
Destacaron, además, la cooperación, el intercambio y las buenas prácticas realizadas en áreas de interés común como la salud, educación, cultura, telecomunicaciones, juventud, deportes, y otras, en pro de la consecución de los objetivos compartidos de desarrollo e inclusión.
De igual manera, refrendaron su compromiso con el fortalecimiento de la Alianza como “mecanismo imprescindible” para la unión de los pueblos, sustentados en los principios de solidaridad, justicia social, cooperación y complementariedad económica.
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