“Estamos viendo imágenes devastadoras que salen de Channel-Port aux Basques. La Isla del Príncipe Eduard ha experimentado daños como nunca antes. Cape Breton también está siendo duramente golpeado”, declaró en conferencia de prensa.
Agregó que los afectados experimentan efectos devastadores en las provincias atlánticas y al este de Quebec, particularmente en las Islas Magdalena, donde hay personas que vieron sus casas destruirse.
El jefe de Gobierno reveló que, ante el actual contexto, decidió suspender su viaje a Japón, donde asistiría a las honras fúnebres del ex primer ministro Shinzo Abe, el martes 27.
Reportes de medios locales aseguran que las olas del mar azotaron fuertemente la ciudad de Channel-Port Aux Basques en la costa sur de Terranova, donde estructuras enteras fueron arrastradas al mar.
Jolene Garland, portavoz de la Real Policía Montada de Canadá en Terranova y Labrador, informó que una mujer estaba a salvo y con «buena salud» después de ser «arrojada al agua cuando su casa se derrumbó».
Un comunicado de la fuerza policial sostuvo que la ciudad, de cuatro mil habitantes, estaba en estado de emergencia mientras las autoridades se ocupaban de múltiples incendios eléctricos e inundaciones residenciales.
Asimismo, según los reportes de las compañías eléctricas, más de medio millón de clientes se vieron privados del servicio durante la jornada.
Fiona produjo vientos con fuerza de huracán de unos 150 kilómetros por hora cuando tocó tierra poco antes del amanecer en el este de Nueva Escocia, entre Canso y Guysborough, en el Atlántico canadiense.
De acuerdo con el Centro nacional de Huracanas, el fenómeno estableció un récord no oficial de la presión barométrica más baja jamás registrada por una tormenta tropical en tierra en ese territorio.
El Servicio Meteorológico de Canadá señaló que Fiona, con vientos de 120 kilómetros por hora, está sobre el golfo de San Lorenzo, al oeste de Terranova, y se dirige al norte.
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