Cuatro días después de que el presidente Emmanuel Macron inaugurase el primer parque eólico marino de Francia, el Consejo de Ministros avanzó un texto con el que se pretende reducir los procedimientos administrativos de los proyectos, y tratar de reducir la acciones de vecinos o grupos ecologistas una vez iniciadas las obras.
Según explicó la ministra de Transición Energética, Agnes Pannier-Runacher, el objetivo de la legislatura es multiplicar por 10 la energía solar, llegar a 50 parques eólicos en el mar frente a uno solo en la actualidad, y duplicar la «capacidad de producción de turbinas eólicas en tierra».
El texto define los proyectos de «instalaciones de producción de energía renovable» como «de gran interés público», lo que debería acelerar considerablemente los proyectos, y para los residentes que vivan cerca de instalaciones de energía renovable habrá un «reparto territorial del valor», que les permitirá reducir su factura de electricidad.
Francia debe hacer frente en los próximos años a un suministro limitado de electricidad debido principalmente al cierre de muchas instalaciones de carbón y petróleo, el retraso en la puesta en marcha de las energías renovables y la fuerte reducción de la producción de energía nuclear, por la antigüedad de muchas de las centrales y el retraso en la construcción de las de nueva generación.
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