Según la ONS, que hace un mes reportó una contracción del 0,1 por ciento del Producto Interno Bruto británico entre abril y junio pasados, el aumento estuvo motivado por una mejoría en los sectores de la salud y las finanzas.
La revisión al alza implica que la economía británica no está aún en recesión, como predijo a inicios de septiembre el Banco de Inglaterra, aunque sigue por debajo de los niveles exhibidos antes de la llegada de la pandemia de Covid-19 en 2020.
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