Hace ahora un año, la presentación de la investigación de la Comisión Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia (ICSA), presidida por Jean Marc Sauvé, reveló que al menos 330 mil menores sufrieron abusos sexuales desde 1950 en Francia por parte de clérigos, religiosos o personas relacionadas con la Iglesia.
Tras la presentación del documento los dos organismos encargados del reconocimiento y la reparación de las víctimas de estos abusos recibieron mil 500 solicitudes de compensación económica, de las cuales solo un centenar dieron lugar a una decisión que reconoce la violencia sexual sufrida, a 40 se les asignó una indemnización pero solo se pagaron 25 de estas.
Por su parte las órdenes religiosas abonaron 15 de las 22 indemnizaciones tramitadas hasta el momento, sobre un total de 500 casos de abusos denunciados por haber ocurrido en el seno de las propias congregaciones.
Esta lentitud fue denunciada por varias asociaciones de víctimas, “ICSA registró 10 mil testimonios y realizó una investigación que habla de entre 200 y 300 mil víctimas. El hecho de que las indemnizaciones cubran 40 casos da una idea”, lamentó Francois Devaux, expresidente y cofundador de la asociación La palabra liberada.
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