El estudio, realizado bajo la dirección de la Agencia germana de Medio Ambiente, confirma así suposiciones anteriores pero deja sin respuesta algunas preguntas sobre las causas de la catástrofe medioambiental, según analistas.
No obstante el informe no aclara la procedencia de la sal y las otras sustancias químicas y apunta a «mecanismos de acción multicausales».
Las altas temperaturas y las escasas precipitaciones agravaron la situación, ya que la concentración de sustancias nocivas aumentó, indica el texto.
Herbicidas procedentes de vertidos industriales estaban presentes en esas aguas; sin embargo los numerosos envenenamientos no responden a esa causa, de acuerdo al informe.
En 9 de agosto ocurrió la muerte masiva de peces en el lado alemán del río Oder, que discurre a lo largo de la frontera con Polonia, y el gobierno berlinés acusó a Varsovia de no denunciar los hechos en una fase temprana.
Un grupo bilateral de expertos creado a mediados de agosto no presentó un informe conjunto y ahora hay dos análisis separados.
La parte polaca presentó sus conclusiones la víspera y también identificaron la propagación de las algas como la causa más probable de la muerte de los peces.
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