El también politólogo y fundador del partido Podemos participó en un foro sobre medios de comunicación y conflicto político, organizado por la Universidad de Chile.
Ahora, en buena parte de los países existe un sistema de medios regulado por el mercado y creo que no se puede identificar el mercado con la libertad porque no es cierto, dijo.
En el caso de España, por ejemplo, grandes grupos económicos, a veces extranjeros, son los propietarios del 80 o el 90 por ciento de lo que la gente lee, oye o ve.
Esos medios, afirmó, lejos de ser una suerte de actores neutrales, son básicamente grandes aparatos ideológicos capaces de organizar los temas de discusión pública, e incluso de jerarquizarlos y convertirse en los actores políticos más importantes.
El dueño de un canal de televisión y hasta un presentador tienen más poder que cualquier ministro y además esos medios no están sometidos a ningún tipo de sistema de organización democrática.
Para Iglesias es necesario establecer al menos un tercio de medios públicos para garantizar una mínima pluralidad que responda a los intereses de la sociedad.
Uno de los grandes poderes ideológicos conservadores en mi país, señaló, es la Iglesia católica que es propietaria de una cadena de televisión y una de radio de ultraderecha, además de controlar una red privada de escuelas para niños y adolescentes, financiadas con dinero público, así como un grupo de universidades.
Se podrían prever mecanismos para que organizaciones sindicales, estudiantiles y de otros sectores puedan gestionar medios de comunicación más parecidos a la sociedad, declaró.
Consideró que si bien las redes sociales y las tecnologías de la información han cambiado el paradigma, eso no significa una democratización completa del acceso a los medios.
No puede ser que ese sea solamente un privilegio de los ricos, denunció.
Recordó que la radio y la televisión no son muy rentables, sin embargo, los millonarios invierten en ellos porque es crucial a la hora de determinar cómo pensamos todos y definir también los comportamientos políticos electorales.
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